Intentar describir a Becky como un cliente de e-mail cualquiera es una dura tarea. Dura, porque aunque parece ser como los demás, destila personalidad propia.
Tal vez sea por el hecho de estar realizado por japoneses, por lo que su funcionalidad es puro estilo nipón: un producto práctico, sobretodo.
Hoy en día es costumbre tener múltiples cuentas en múltiples proveedores, y casi todos los clientes de mail soportan esta característica. Pero Becky, al contrario que el resto, incluye un par de opciones que lo sitúan en una posición ventajosa.
La primera de ellas es la posibilidad de acceder a dichas cuentas de forma independiente, con Bandejas de Entrada y de Salida independientes.
Esto es muy útil si el ordenador es compartido por diferentes personas, ya que ayuda a distinguir entre los diferentes mensajes sin necesidad de aplicar ningún filtro de base.
La segunda gran diferencia es la posibilidad de, en lugar de descargar los mensajes, descargar únicamente las cabeceras de los mismos.
Una vez realizado el primer proceso, pasamos a seleccionar qué mensajes descargamos, cuales borramos y cuales descargamos y después eliminamos.
Esto es muy útil cuando compartimos cuenta con dos ordenadores (casa y trabajo) y no queremos descargar todos los mensajes, o cuando nos encontramos un mensaje cuyo tamaño bloquea la descarga de otros más urgentes.
Imaginaos la situación. Nos conectamos a Internet desde casa. Descargamos las cabeceras de nuestra cuenta primaria, compartida con el ordenador del trabajo.
Marcamos para descarga y eliminación los mensajes personales, eliminamos el spam, y los mensajes de gran tamaño los dejamos para descargarlos desde el trabajo.
Ahorramos tiempo y dinero, mantenemos nuestros mensajes ordenados y evitamos descargar mensajes personales en el trabajo. ¿Se puede pedir más?
BAJARLO